sábado, 29 de septiembre de 2007

Compré conejo por liebre

¿Pero cómo fue que terminé convencida de hacer tan mala compra?...

Yo no necesitaba un amigo más, porque de esos ya tengo bastantes. Pero llegaste tu a completar una parte de mi que no sabía que existía, y a veces (como ahora) te odio mucho por eso.

Ahora, paso mís días muriendo de ganas de que ya no seas tan importante. Ojalá nunca hubiera invertido mi amor en ti, cuando lo que yo buscaba, era pagarle con mi corazón a alguien que sí pudiera y (sobre todo) sí quisiera amarme.

En cambio tu, terminaste siendo esa "compra errada", que ha complicado gravemente mi existencia, con una fuerte necesidad que antes de conocerte nunca pensé que sabía sentir.

¡No es justo!, o tal vez sí me lo merezco.

De cualquier modo, lamento de veras estar pasando por todo esto...

..."Amando a un hombre prestado, que terminó costándome tan caro devolver".

Para mis hijos de puta...

Estoy harta de ese habitual estado de comprensión en el que la otra persona que estuvo conmigo, se queda con toda su vida en orden, mientras yo naufrago entre las ruinas de lo que no llegó a ser una buena relación.

Estoy harta de ver a "A", año tras año buscando una mujer igualita a mi para amarla, y luego desenamorándose al darse cuenta que su "copia al carbón" (ella), jamás será como "la original" (yo). Sin embargo, en "nuestro momento", fue completamente incapaz de comprometerse conmigo.

Estoy harta de "B", que se pasó 15 años de nuestras vidas, afirmando que yo era su mejor amiga, el amor de su vida y que algún día quería casarse conmigo. Pero que hace unos meses, cuando nos vimos involucrados en un problema "de dos" se evaporó de mi vista, volviéndose humo, para luego regresar a buscarme, cuando el problema ya lo había resuelto yo sola.

Estoy harta de "C", que lleva 7 años mirándome con cara de huevón y haciéndose el ofendido cada vez que me ve acompañada por alguien, cuando en "nuestro momento", siempre se comportó como un imbécil conmigo.

Estoy harta de "D", al que le compré la idea de volver a su lado, dizque para reinvindicarse conmigo y convencerme de que me amaba, para luego terminar desapareciendo de mi vida una vez que yo ya creía en el amor que decía sentir por mi.

Estoy harta de "E", que me dejó por otra.


Estoy harta de "F" (el hombre prestado), y ya no es preciso explicar una vez más por qué.

Estoy harta de escuchar "estoy enamorado de ti mi bello girasol", dicho como un enunciado sin contenido ni sustento.

Estoy harta de que cuando ya todo se fue a la mierda, A,B,C,D,E y F, no tengan la decencia de dejarme en paz y clamen pidiendo perdón y no descansen hasta conseguirlo; y, encima (en el 100% de casos), tengan la conchudez de pedirme volver.

Estoy harta de que hasta el "más bruto" conmigo, se vuelva el "príncipe más sensible", una vez que ya me cagó.

Estoy harta de ser "la mejor amiga" de una zarta de huevones, que como "cuota de ingreso a mi vida", previamente me han roto el corazón.

Estoy harta de ser un "sonriente, dulce y comprensivo girasol".

¡Estoy harta de estar harta de todos ustedes; y... por adelantado, estoy harta de todas las letras del abecedario que aún faltan por venir!.

El día de hoy váyanse todos a la mierda "hijos de puta".

martes, 25 de septiembre de 2007

El hombre prestado

Te catalogué como alguien que no podría estar conmigo porque tenía novia, pero me quedé a conocerte conformándome en un principio con ser tu amiga. No pasó mucho tiempo para que comenzáramos a traspasar esa línea.

Tu tejiste, Yo me di el permiso de caer...

Tuve que acostumbrarme al más bajo de mis perfiles ... acostumbrarme a posponerme por ti.

Un minuto de sentido común, me hizo recuperar la razón. Desperté manifestándote mis sentimientos y mi necesidad de tener algo que no estabas en capacidad de darme. Me despedí de ti.

Me quedé con millones de TE AMO atragantando mi garganta, cuando hubiese querido gritarlos con fuerza… pero todo eso ... no hubiese correspondido a mi papel de "la otra"…

La otra no ama, la otra no siente, la otra no se enamora, la otra no sufre, la otra no llora, la otra no te jode la vida... la otra siempre sonrie.

La otra que se enamora pierde, la otra que cuando dice que cuando dice que te ama seguramente te espanta.

La otra no tiene derecho, no merece respeto y nisiquiera una explicación.

La otra fui yo ... y ahora pago por eso, jodidamente deshecha por dentro, obligada a abortar el amor más puro y más grande que me fue posible llegar a sentir.